Oydor 2018 se convierte en el vino más alto de gama de Bodega Conde de San Cristóbal, con una producción muy limitada de 900 botellas en los años de cosecha excelente. En la elaboración de esta nueva referencia, son protagonistas las uvas de dos pequeñas viñas del llamado Paraje Peñaramiel: una plantada en los años 50 y la otra, sin injertar, de la época prefiloxérica datado de 1861.

Oydor 2018 de Conde San Cristobal, uno de los vinos más cuidados de la bodega, supone el homenaje al primer Conde de San Cristóbal, Julián de San Cristóbal y Eguiarreta, Oydor de la real chancillería de Oviedo, Granada y Valladolid, Caballero de la Orden de Carlos III y Consejero de la Cámara de Castilla.

Tecnovino- Oydor 2018 de la Bodega Conde de San Cristóbal

Para la elaboración de la nueva referencia, la firma ha contado con un equipo de profesionales del más alto nivel en el mundo de la enología y la viticultura formado por Jorge Peique, enólogo y director técnico de Conde de San Cristóbal, Xavier Ausás, asesor enológico y uno de los enólogos  más reputados de España, y David Pernet, experto viticultor.

Una referencia de viñedos prefiloxéricos donde el terreno y la crianza son protagonistas

Oydor es el fruto del trabajo basado en perfeccionar un viñedo prefiloxérico de 1861 y otro de 1950, ubicados en una zona limítrofe al norte de la “milla de oro” de la DO Ribera de Duero en Quintana del Pidio (Burgos), lo que lo convierte en un terroir especial para la maduración de la variedad autóctona tinta fina.

Las uvas de estos viñedos tienen un tamaño menor y el racimo menos concentrado, lo que otorga a los vinos una gran personalidad, potencia aromática, frescor y  vivacidad respecto a otras zonas.

No obstante, en Oydor 2018 no solo influye la uva empleada, sino otros factores como el terreno y la crianza. Los viñedos están situados en altura y a la mayor latitud de la DO Ribera del Duero y, por ende, con una temperatura más fría de lo habitual.

Por lo que respecta a la crianza, en un primer momento, una parte se realiza en una tina de roble francés de la tonelería Séguin Moreau, la otra parte se traslada a barricas de roble francés de 500 litros, que  permanecerán abiertas. Tras ello, los vinos pasan una larga crianza en barricas de roble francés de 500 litros, que producen una lenta microoxigenación y respetan los aromas a fruta y tierra. El proceso finaliza dejándolos durante dos años en botella que promete ganar complejidad con el paso del tiempo. 

Tecnovino- Oydor 2018 de la Bodega Conde de San Cristóbal

Notas de cata de Oydor 2018

Oydor es un vino de tradición, carácter y pasión. Su color, granate intenso con ribete azulado, refleja «que nos encontramos ante un Ribera alta calidad», indican desde la bodega. Mientras que en nariz destaca el aroma intenso de frutas maduras rojas y negras, con toques de mineralidad y especiados. En boca se presenta elegante, sedoso y potente a la vez, con un frescor muy característico de la subzona. En definitiva, un vino prominente y complejo, muy elegante y profundo, con la capacidad de envejecimiento de los vinos icónicos.

La referencia pertenece a una edición muy exclusiva de más alta gama de la firma y producción limitada de 900 botellas de 0,75L, 15 Magnum, 6 Jeroboam y 4 botellas de 5 litros.

El precio de cada botella de 0,75 litros es de 320 euros y se puede adquirir en la web de la propia bodega haciendo clic aquí y en Lavinia, tiendas especializadas y enotecas.

Añada de 2018 y 96 puntos Tim Atkin

El vino fue descrito por el crítico de vinos Tim Atkin como un vino icónico y tuvo una puntuación de 96 puntos, quién lo describió como un nuevo vino icónico. 

Por su parte, la añada de 2018 es la primera en salir al mercado debido a que su producción depende de la calidad de la uva, elaborándose únicamente en aquellos años en los que la añada y la climatología ha sido excepcional.

Sobre esta añada, Jorge Peique, enólogo de Conde San Cristobal, explica que “2018 fue en año extraordinariamente lluvioso en otoño y con una primavera e invierno marcadas por unas temperaturas medias más bajas que el año anterior. Esto provocó un retraso en el desarrollo vegetativo de la vid. El  verano fue excepcionalmente seco, pero gracias a las lluvias de meses anteriores las viñas resistieron. La maduración fue gradual e irregular lo que hizo que el trabajo manual en el viñedo fuera más importante que nunca. La poda en verde, el deshojado y el despunte de los racimos fueron claves para garantizar una cosecha sana y de calidad”.

El origen de Oydor

Sobre el origen de Oydor, Pelayo de la Mata, Marqués de Vargas y Conde de San Cristóbal, explica que es un homenaje a su historia, “a mediados del siglo XVIII, existían ‘los mayorazgos’ institución por la que el primogénito varón de una familia, que tenía mayor derecho al uso del título nobiliario, también tenía derecho a heredar los bienes que iban unidos a dicho título”. 

Y añade que esta situación daba origen a muchos pleitos de nobleza entre miembros de distintas familias o de la misma, que se creían con mejor derecho a título. Los mismos eran resueltos por los “oydores”, jueces con gran formación en derecho nobiliario y genealogía, enormemente respetados en la Corte y el estamento de la nobleza. El primer Conde de San Cristóbal, fue Oydor de gran prestigio y en su honor y memoria creamos este vino, como la referencia de más alta gama de nuestra  bodega de Ribera de Duero y de todo el portafolio de Bodegas y Viñedos del Marqués de Vargas”.