Elaborado bajo la Denominación de Origen Protegida Pago de Otazu, este vino tinto representa la expresión perfecta de la riqueza del terruño de Otazu, influenciado por el clima atlántico. Además, la etiqueta del Pago de Otazu 2021, que plasma el diálogo permanente entre el arte y el vino, está inspirada en la obra Guardián II de Xavier Mascaró, parte de la amplia colección de arte contemporáneo que alberga Otazu.

El vino tinto Pago de Otazu 2021, elaborado bajo la Denominación de Origen Protegida Pago de Otazu, representa la expresión perfecta de la riqueza del terruño de Otazu, que se ve influenciado por el clima atlántico.

Compuesto por un equilibrado 57% de merlot y un distintivo 43% de cabernet sauvignon, las uvas, vendimiadas a mano durante octubre, revelan una complejidad sensorial única que se potencia con su paso en barricas de roble francés.

Ofrece un profundo color rojo cereza en la copa, que para la bodega «anticipa una experiencia sensorial inigualable». En nariz, este vino despliega aromas que evocan frutos rojos, grosellas y frutillos silvestres, entrelazados con sutiles notas especiadas que cautivan los sentidos.

Pago de Otazu 2021 muestra su carácter sedoso y elegante, con un final largo y exquisito que invita a seguir explorando sus matices.

La versatilidad gastronómica de Pago de Otazu 2021 lo convierte en el acompañante perfecto para una amplia variedad de platos. Desde asados, carnes y pescados a la brasa, arroces, tabla de quesos, pâtés y tabla de ibéricos.

«Además de su excepcional calidad enológica, Pago de Otazu 2021 también ofrece una etiqueta inspirada en la obra Guardián II de Xavier Mascaró, parte de la amplia colección de arte contemporáneo que alberga Otazu, que plasma el diálogo permanente entre el arte y el vino», destacan desde Bodega Otazu.

Viñedo con Denominación de Origen Protegida Pago

Otazu es el viñedo con Denominación de Origen Protegida Pago más al norte de España. Se encuentra ubicado a tan solo ocho kilómetros de Pamplona y está enmarcado entre la Sierra del Perdón y la Sierra del Sarbil.

Guillermo Penso, presidente de Fundación Otazu explica que “Otazu es pasado, presente y futuro. El vino ha crecido en esta tierra durante 900 años y crecerá en esta tierra dentro de los próximos 900 años; una tierra que cuidamos y que queremos dejar, en una mejor situación de la que la recibimos, a las generaciones futuras”.

Todos sus vinos están elaborados exclusivamente con las uvas procedentes de las 93 hectáreas de viñedo propio que rodean la Bodega: cabernet sauvignon, merlot y chardonnay. Un viñedo certificado como Denominación de Origen Protegida Pago, la máxima categoría que puede obtenerse en España, conseguida gracias a la peculiaridad del clima y del suelo que definen el viñedo de Otazu y la personalidad inimitable de todos sus vinos.