Los dulces nos hacen pensar casi instantáneamente en un postre, pero quizás no tanto en un vino. En Alimentaria también hay vinos dulces, y para muestra aquí dejamos algunos.

Llevarse al paladar un vino así puede ser el final perfecto para una buena comida o cena, pero no habría que relegar los vinos dulces sólo para el postre, tienen más posibilidades.

Dolç Mataró 2011, ecológico y dulce

El vino dulce ecológico Dolç Mataró cuenta con nueva añada, la de 2011.
Se trata del que la bodega Alta Alella denomina su vino más internacional, puesto que puede encontrarse en las cartas de algunos de los restaurantes más reconocidos de todo el mundo. Dolç Mataró 2011 acompaña el café o los postres de restaurantes de la talla de El Celler de Can Roca, Fat Duck de Londres, Alain Ducasse y Gordon Ramsay, todos con tres estrellas Michelin.
Es un vino ecológico tinto dulce elaborado principalmente con uvas Mataró, que se dejan sobremadurar en la cepa.
Ubicación en Alimentaria: P3-C178 (Cuvee 3000)

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Un semi-dulce de la D.O. Manchuela: Dulce Corazón Rosado

El vino semi-dulce de la D.O. Manchuela hecho con bobal, Dulce Corazón Rosado, es perfecto con postres, indican desde Bodega Iniesta.
De color fresa pálido se elabora mediante una breve maceración pelicular después de paso por “Boreal” 5ºC. Después se lleva a cabo la fermentación durante quince días con levaduras seleccionadas en depósito de inoxidable con temperatura controlada a 13ºC y una parada de la fermentación mediante paso por filtro tangencial.
Dulce Corazón Rosado se presenta en botella bordelesa élite blanca de 50cl. Bodega Iniesta sugiere su maridaje con aperitivos y todo tipo de postres.
Ubicación en Alimentaria: P3-B99

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Finca Las Caraballas Semidulce Verdejo, acidez y dulzor en equilibrio

Vino orgánico, fruto del capricho y marcado por la pecularidad de la añada 2011, nace una pequeña producción de este vino semidulce de Finca Las Caraballas, donde la frescura y la estructura del verdejo se funde con la untuosidad y dulzura de la Sauvignon Blanc.
De color amarillo verdoso con ribetes. Es acerado, glicérico, de lágrima abundante. En nariz se agolpan los aromas de fruta blanca, pera, piña, lichis, a la vez que notas golosas. La frescura y los toques cítricos son determinantes. El ataque untuoso, cremoso, glicérico, llena la boca de sensaciones dulces y frutales. En perfecto equilibrio con la acidez y el dulzor.
 Ubicación en Alimentaria: P3-C46

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