/p>>El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Seresco, firma especializada en soluciones tecnológicas y servicios TIC, establecen una colaboración científico-técnica para optimizar la gestión del viñedo. Se centrará en los viñedos asturianos y será extrapolable a otras zonas vitivinícolas. Con una duración de cinco años, el fin último es ofrecer a los viticultores y a las bodegas una plataforma de gestión de viticultura de precisión desarrollada por Seresco, y crear un modelo predictivo de las principales enfermedades fúngicas que atacan la vid (Mildiu, Oidio, Botrytis y Black-rot).

Tecnovino CSIC gestion del vinedo Seresco
Vista de la colección de variedades de vid del CSIC que se instaló en el año 1993 en la parcela de la Misión Biológica de Galicia (MBG-CSIC).

Seresco, compañía española especializada en soluciones tecnológicas y servicios TIC, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Grupo de Viticultura de la Misión Biológica de Galicia (MBG), han firmado un contrato de apoyo tecnológico para optimizar la gestión de los viñedos de Asturias y extrapolar posteriormente los resultados a otras zonas vitivinícolas.
El objetivo es perfeccionar y acercar a viticultores y bodegas una plataforma de gestión de viticultura de precisión, desarrollada por Seresco en el marco del programa Cultiva Decisiones, así como crear un modelo predictivo de las principales enfermedades en zonas vitícolas de montaña.
El grupo de investigación del CSIC cuenta con una amplia experiencia de más tres décadas en el estudio y recogida de datos vitivinícolas, sobre todo en Galicia y Asturias. Dispone de estaciones agroclimáticas en distintos viñedos asturianos, lo que permite disponer diariamente de numerosos parámetros climáticos (radiación solar, temperatura del suelo y del aire, humedad foliar, humedad relativa…) de cada una de las zonas, que posteriormente se cruzarán con datos sobre el comportamiento de la propia planta, en cada uno de estos viñedos. Asimismo, cuenta con captadores de esporas de hongos en las mismas ubicaciones, que permiten determinar la concentración de las mismas en el aire.
Durante cinco años, el CSIC prestará asesoramiento y suministrará a Seresco datos recogidos en los Concejos asturianos de Cangas del Narcea e Ibias. Todo ello permitirá a Seresco ofrecer a viticultores y bodegas asturianas una plataforma más optimizada y eficiente para una mejor gestión del viñedo, a través de las nuevas tecnologías, extrapolable también a otras zonas vitícolas.
Tecnovino viticultura de precision Cultiva Decisiones 2
Sensor en un viñedo de la plataforma Cultiva Decisiones desarrollada por Seresco.

Como parte de este contrato, Seresco y el CSIC van a unir también sus conocimientos y experiencia para desarrollar modelos de predicción de aquellas enfermedades de la vid con mayor incidencia a nivel mundial (Mildiu, Oidio, Botrytis y Black-rot). La eficacia de estos modelos se comprobará con la observación de aparición de síntomas en los viñedos y variedades de vid asturianas. Los resultados obtenidos ayudarán a optimizar los modelos de las distintas enfermedades, cuya aparición se podrá predecir y comunicar a los viticultores, mediante Cultiva Decisiones, con suficiente antelación para que puedan aplicar los tratamientos adecuados, en el momento oportuno y solo cuando haya riesgo de ataque de la enfermedad.
“Es un orgullo para nosotros trabajar con la principal institución científica de nuestro país, el CSIC. Este acuerdo nos permite ofrecer a viticultores nacionales e internacionales una plataforma tecnológica sencilla, fiable e integral para hacer más sostenible y eficiente el viñedo”, afirma Rubén Pérez, director del área de Consultoría y Software de Seresco.
Mª del Carmen Martínez, directora del equipo de Viticultura del CSIC declara que “para nosotros es una nueva oportunidad para compartir y poner al servicio de la Sociedad y del sector productivo, nuestros conocimientos y los resultados de nuestras investigaciones”. Y prosigue añadiendo que “por otro lado, y aunque en esta colaboración participa sólo nuestro grupo, no descartamos la posibilidad de que se puedan ir uniendo otros equipos de investigación del CSIC especializados en algunas de las múltiples áreas, tanto de ciencias como de humanidades, desde las que nuestra institución aborda el estudio de la vid o el vino”.