Fos Baranda 2018, puntuado por las principales guías de vinos españolas con 94/95 puntos de cata, se convierte en un vino extraordinario en cada uno de sus aspectos enológicos por su finura, complejidad y largura. Todo el potencial de Rioja Alavesa resumido en un vino con 14 meses de crianza en barrica francesa.

Fos Baranda 2018, es un buen ejemplo del potencial de Rioja Alavesa en la elaboración de vinos tintos. Así lo consideran desde Bodegas Fos y explican que el enólogo de este vino vegano con DOCa Rioja es Michel Murua. Fos Baranda 2018 ha sido elaborado con cepas de tempranillo (90%) y graciano (10%) de más de 60 años de la localidad de Elciego, cuenta con crianza de 14 meses en barrica de roble francés y alcanza una graduación de 14,5% vol. de alcohol.

Tecnovino- Fos Baranda 2018

Notas de cata de Fos Baranda

  • A la vista se presenta limpio y brillante; con un color rojo picota y tonos granates en el ribete. Capa media-alta.
  • En nariz es intenso y complejo. Aparecen recuerdos de fruta roja y negra madura, regaliz, junto con notas de su crianza en barrica, especiados y balsámicos.
  • En boca es sabroso, untuoso. Armonía perfecta entre acidez y alcohol. Paso por boca fresco y amable, gracias a sus taninos maduros y suaves que son agradables y aportan una estructura que le da longitud y vida para un consumo actual y en los próximos años. Final largo.

Se recomienda servir Fos Baranda a 15-16 ºC. La botella se presenta en formato de 75 cl y Mágnum y Bodegas Fos menciona un potencial de guarda de 15 años.

Suelos y clima

Las fincas donde se ha realizado este vino están situadas a 450 metros con suelos aluviales y arcilloso-calcáreos profundos y pobres.

Tecnovino- Añada 2018 de Fos Baranda

Por su parte, el clima de la zona es Mediterráneo con influencia continental. Presenta una pluviometría baja (400 mm como promedio de lluvia al año). Veranos secos e inviernos largos y rigurosos y con acusadas oscilaciones térmicas a lo largo de las estaciones.

Añada 2018 del vino emblema de Bodegas Fos

El viñedo riojano ha tenido una favorable evolución durante el ciclo vegetativo en el conjunto de la Denominación. De acuerdo con el informe del Servicio Habilitado de Veedores del Consejo Regulador, que realiza un completo estudio de todas las etapas del ciclo, si por algo ha destacado el ciclo vegetativo de esta campaña es por la “ausencia de contratiempos meteorológicos severos”.

La vendimia se desarrolló en fechas habituales y ha resultado ser una de las cosechas más largas de la historia de La Rioja, caracterizada por una buena climatología al final del ciclo y por una mejora de las expectativas productivas que había inicialmente.

Por su parte, la brotación se inició en la zona más oriental de la Denominación en la segunda quincena del mes de marzo, lo que supuso un retraso de 20 días sobre la campaña anterior y unos 4 ó 5 sobre la fenología de lo que podemos considerar un año normal.

La excelente situación del viñedo durante los primeros meses del clico fue consecuencia de las abundantes precipitaciones acumuladas registradas durante el invierno y la primavera de 2018.

Entre las características que definen el perfil medio de los vinos de la cosecha 2018, cuya graduación media es ligeramente inferior a la de los años anteriores, destaca la finura de los tintos, con colores intensos y vivos, así como una armonía en boca. Por otro lado, el Pleno del Consejo Regulador ha subrayado la gran calidad de los vinos blancos y en especial el carácter y la personalidad de las variedades autóctonas de Rioja, ofreciendo vinos de gran intensidad aromática y muy buena estructura en boca.