El laboratorio de la Fundación ICSuro, el Cork Center Laboratory ya puede realizar análisis de compuestos volátiles de manera mucho más rápida gracias a la adquisición de la nueva revolución en cromatografía de gases, el ARROW-GCINTUVO-QQQ. Este nuevo equipo permite la toma de decisiones en la misma línea de producción en la detección de compuestos aromáticos, evitando así pérdidas económicas debido a un control de calidad de compuestos aromáticos insuficiente o tardío.

El Cork Center Laboratory, el laboratorio de la Fundación Institut Català del Suro (ICSuro), tiene 20 años de experiencia en el análisis de aromas en vinos mediante cromatografía de gases y se ha ido actualizando al mismo tiempo que los instrumentos de cromatografía evolucionaban.

Si hace 6 años se incorporó la última evolución en espectrometría de gases, un detector triple cuadrupolo que significó un gran avance para detectar compuestos aromáticos en matrices complejas, como el vino tinto, a niveles de nanogramos de manera sensible, precisa y selectiva, recientemente han adquirido la última revolución en cromatografía de gases, el ARROW-GCINTUVO-QQQ.

La ventajas de este nuevo equipo son la incorporación de las fechas ARROW con más adsorbente que las anteriores fibras de SPME, minimizando el tiempo de extracción y una rampa de cromatografía más rápida debido a la tecnología INTUVO del cromatógrafo.

Este nuevo equipo permite al laboratorio realizar los análisis de compuestos volátiles de manera mucho más rápida conservando la misma sensibilidad, precisión y robustez y al mismo tiempo el procesamiento de más muestras, optimizando el tiempo de procesado de muestras. Disponer de resultados rápidos y reproducibles en la detección de compuestos aromáticos permitirá a las bodegas tomar decisiones en la misma línea de producción, y evitar pérdidas económicas debido a un control de calidad de compuestos aromáticos insuficiente o tardío.

La apuesta por la cromatografía

La cromatografía de gases es desde siempre uno de los servicios más solicitados en el Cork Center Laboratory, así como una de sus grandes apuestas. Junto a la espectrometría de masas se ha convertido en una técnica esencial de control de calidad y detección de defectos aromáticos en vinos tranquilos y vinos espumosos.

A lo largo de los años, los equipos de cromatografía han avanzado tecnológicamente y equipos que anteriormente solo se podían encontrar solo en universidades o grandes centros de investigación, ahora se han convertido en herramientas muy útiles para las bodegas para conocer perfectamente la composición aromática de sus vinos.

Anna Oliveras, responsable del área química de la Fundación ICSuro, considera que “la pandemia nos ha demostrado la importancia de la ciencia y de los análisis bien realizados. Hemos visto que parámetros como selectividad o sensibilidad, hasta el momento desconocidos por la mayoría de la población, se convertían en habituales en nuestras conversaciones”.

20 aniversario

El Cork Center Laboratory, el laboratorio de la Fundación ICSuro, cumple 20 años este 2021 convertido en una referencia para los sectores corchero y vitivinícola gracias a la experiencia adquirida a lo largo de los años y a la instrumentación analítica más avanzada que pone al alcance de las bodegas.

El Instituto Catalán del Corcho, creado en 1991, abrió el Cork Center Laboratory en 2001 para unir esfuerzos entre bodegas y elaboradores de tapones para apostar por la normalización del taponamiento y buscar estándares de calidad que beneficiaran ambas partes. Veinte años después, se ha convertido en una institución especializada en la interacción que existe entre el corcho y el vino el principal objetivo de la cual es ayudar a los bodegas a ofrecer su mejor vino con el taponamiento que más se les ajuste. De hecho ha ido ampliando su catálogo de servicios recientemente por ejemplo con un análisis sobre la permeabilidad al oxígeno post embotellado, un servicio de control de aromas en bodegas y un servicio de control de la longevidad del vino